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Vogel Druck

El cliente

Fundada en 1891, Vogel Druck und Medienservice GmbH cuenta con 350 empleados y es uno de los principales proveedores de servicios de rotativas offset y medios de comunicación de Alemania. La empresa forma parte de Bertelsmann Marketing Services, especializada en la producción de revistas y catálogos.

El desafío

El equipo se dio cuenta de que su proveedor de servicios utilizaba impresoras Markforged y quedó impresionado por las piezas de prueba que le proporcionaba.


Como muchos otros sectores, la industria de la impresión se enfrenta a grandes retos en el siglo XXI. La digitalización y el aumento de los precios del papel y los materiales exigen prácticas de trabajo cada vez más eficientes en costes. Jörg Kuchenmeister, director general de Vogel Druck, ha sido testigo de numerosos avances en el sector durante los últimos 20 años, y la empresa siempre ha respondido invirtiendo en innovación.


Uno de los retos a los que se enfrenta el sector en su conjunto es el enorme coste de las piezas de recambio de las máquinas más antiguas, que puede ascender a cientos de miles de euros. Para reducir estos enormes costes, Kuchenmeister exploró el potencial que ofrecía la impresión 3D y se pasó rápidamente a la fabricación aditiva recurriendo a un proveedor de servicios de impresión 3D.


La empresa descubrió que podía utilizar los componentes impresos en 3D en sus máquinas sin ningún problema. Pero el proceso no era lo bastante dinámico para Kuchenmeister. Quería acumular conocimientos y experiencia en su propia empresa.

La solución

Stefan Kemmer, responsable de Control de Calidad, decidió tomar el control de la cadena de suministro de piezas de maquinaria y adquirió una Mark Two para la empresa. Habiendo aprendido por su cuenta a diseñar en CAD, junto con el apoyo de su equipo, la historia de éxito de la empresa empezó a cobrar impulso.


La nueva plataforma The Digital Forge de material, software y hardware facilitó el despegue y la plena introducción de la innovación en toda la empresa. El escepticismo inicial en torno a la nueva tecnología se disipó con rapidez cuando quedó patente su gran valor añadido para los operarios.


Al cabo de tres semanas de adquirir la impresora 3D Mark Two de Markforged, llegó la primera prueba real. Poco después del inicio del turno, falló una pieza de una máquina. La producción se detuvo.


El plazo de entrega de la pieza de recambio del proveedor habitual se estimó en 6-8 semanas, así que el operario se puso en contacto con Stefan Kemmer. Este se puso manos a la obra para diseñar el componente averiado en Fusion 360 y lo envió a la impresora. En solo cuatro horas, el operario tenía en sus manos la pieza de recambio recién impresa en 3D. Se instaló la nueva pieza y se volvió a poner en marcha la máquina, y todo en el mismo turno. A esta solución satisfactoria le siguieron rápidamente piezas de recambio impresas para otras máquinas y unidades que podían instalarse rápidamente sin tener que desmontar ninguna maquinaria, minimizando las interrupciones. Son especialmente adecuadas las piezas de maquinaria fabricadas con material POM, además de las piezas de aluminio y acero, todas ellas diseñadas e impresas en plazos muy breves.

El uso de la impresora 3D se hizo extensivo a toda la empresa, reforzando dos áreas con la impresión 3D industrial:



  • Piezas de recambio de máquinas

  • Mejoras como plantillas o soportes


En la imagen se muestran dos piezas de recambio de máquinas de impresión tradicionales. Son piezas pequeñas pero esenciales para que las máquinas sigan funcionando. Antes, cuando estas piezas se rompían, la única opción era recurrir a proveedores externos para fabricarlas a medida. Ahora, estas piezas de recambio se sustituyen fácilmente en un día.



Ahora en Vogel Druck se pueden sustituir fácilmente numerosas piezas de máquinas. Por ejemplo, es habitual que se rompa un «dedo» de la máquina, cuya sustitución costaría normalmente unos 450 €. Imprimir el dedo en 3D solo cuesta 3,50 €. Teniendo en cuenta que hay que sustituir unos 30 o 40 dedos al año, se ahorraron unos 20 000 € en un plazo relativamente breve. A consecuencia de este uso intensivo, la empresa invirtió en una segunda impresora Mark Two de Markforged. En la imagen superior se muestra un «dedo» de una máquina de impresión industrial que sujeta los folletos recién impresos.

CONCLUSIÓN

Todos los ahorros de costes derivados de trabajar con la Mark Two han sido supervisados y documentados, y Kuchenmeister los ha denominado con orgullo como la «lista de celebración». La aparición de la impresión 3D ha sido un avance tecnológico apasionante y la experiencia de Vogel Druck demuestra el valor añadido real que puede aportar esta innovación. Vogel Druck ha pasado de sustituir piezas menores a obtener importantes beneficios en los costes, ya que ambas impresoras Mark Two han logrado un ahorro de unos 82 000 € en apenas nueve meses.


Otra ventaja de la impresión 3D es la posibilidad de crear piezas de repuesto que a menudo son difíciles de conseguir o que incluso han quedado obsoletas. Una pieza impresa permite prolongar el tiempo útil de la máquina y volver a poner en funcionamiento los componentes con mayor rapidez. Con la fabricación aditiva de piezas y herramientas, la duración útil de las máquinas podría aumentar hasta un 20 %, según el producto, gracias a la optimización de las máquinas. El ahorro de más del 90 % en piezas de repuesto y los tiempos de preparación más rápidos aportan un valor añadido adicional importante para Vogel Druck.



  • La duración útil de las máquinas es un 20 % superior

  • Más del 90 % de ahorro

  • Tiempos de preparación y respuesta más rápidos

  • Autonomía

  • Ahorro de unos 82 000 € en nueve meses

«Markforged es la solución, no hay duda. Es el sistema más coherente del mercado. Nos ofrece una solución completa en el campo de la impresión 3D. Podemos centrarnos plenamente en nuestra actividad principal y aprovechar el valor añadido de la tecnología».
– Jörg Kuchenmeister Director general Vogel Druck

El futuro

De cara al futuro, Vogel Druck seguirá utilizando sus impresoras Mark Two, con más componentes susceptibles de ser impresos en 3D y un ahorro de costes aún mayor. A medida que la empresa siga creciendo y evolucionando, sin duda se considerará la posibilidad de invertir en otra impresora 3D de Markforged.


Una empresa asociada de EE. UU. también ha decidido invertir en una impresora 3D de Markforged, haciendo extensivos los beneficios potenciales de la tecnología de Markforged a un público internacional más amplio y fomentando la experiencia y el aprendizaje compartidos. Jörg Kuchenmeister y el equipo de Vogel Druck tienen muchas ganas de afrontar este emocionante periodo de crecimiento y colaboración.

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