¿Cuáles son las ventajas de la impresión 3D en metal? Ventajas técnicas y comerciales

Cuando surgió esta tecnología, muchas de las ventajas empresariales tangibles de la impresión 3D en metal quedaron ocultas por el bombo publicitario que la rodeaba. A medida que la tecnología ha ido evolucionando, las aplicaciones de la impresión 3D en metal se han diversificado, y el valor que ha aportado a la cuenta de resultados de las empresas tiene tres vertientes claras:

Comercialización de los productos más rápida. Al acortar los ciclos de desarrollo de los productos con un sencillo proceso de impresión 3D en metal, las organizaciones pueden generar más ingresos.

La iteración es la parte más importante del desarrollo de productos: cuantas más iteraciones mejor es el producto, pero si son demasiadas se incumplen los plazos y se pierden ingresos. Cada iteración requiere mucho trabajo, pero gran parte del tiempo se pierde en las esperas. Las esperas reducen el número de iteraciones posibles y los riesgos que se asumen.

La fabricación de aditivos metálicos se ha diseñado específicamente para acelerar el desarrollo de productos. Con una impresora 3D en metal se pueden crear prototipos de piezas funcionales de forma rápida y económica. Una vez que un diseño está finalizado, esta tecnología puede ayudarle a crear herramientas, accesorios y otras piezas que aceleran la producción de las piezas. En algunos casos, se pueden imprimir piezas de uso final de bajo volumen, lo que elimina por completo el tiempo de preparación de la fabricación.

Reducción de los costes de fabricación. La fabricación es cara: requiere mano de obra cualificada, máquinas modernas y herramientas personalizadas que funcionan en conjunto para producir piezas de manera eficaz. Las líneas de fabricación optimizadas son eficientes pero a menudo inflexibles. En ocasiones, las máquinas se dedican a producir herramientas y otras piezas que no generan ingresos, mientras que la mano de obra cualificada se tiene que ocupar de solucionar problemas en lugar de fabricar más piezas.

La impresión 3D en metal aumenta la flexibilidad en la fabricación y permite dedicar más tiempo a crear piezas que generen ingresos. Las impresoras 3D producen herramientas y accesorios, reducen el tiempo de inactividad no planificado y automatizan tareas simples, de forma que ayudan a las organizaciones a aprovechar los recursos para fabricar piezas de manera más económica.

Sustitución de los procesos de fabricación ineficientes. Los flujos de trabajo de fabricación poco eficientes, que incluyen procesos de compra complejos, tiempos de inactividad inesperados, fabricantes externos y largas colas de fabricación, crean problemas en toda la organización. Un simple problema logístico puede causar un desastre.

La impresión 3D de piezas metálicas ayuda a las organizaciones a ser más dinámicas y diligentes. Con una impresora 3D en metal, las organizaciones pueden reducir los plazos de los productos, la mano de obra, el tiempo y el dinero necesarios para pasar de un diseño CAD a una pieza funcional. El proceso de impresión 3D en metal de Markforged está diseñado para facilitar todo el proceso: las piezas se pueden almacenar en formato digital, actualizar e imprimir bajo demanda en un flujo de trabajo fluido e intuitivo.

Las ventajas técnicas de la fabricación aditiva en metal son muchas más que la mera capacidad de crear piezas sumamente complejas. La impresión 3D en metal hace frente a los desafíos de la fabricación de forma más eficaz que los métodos de fabricación convencionales. Las empresas que utilizan correctamente la fabricación aditiva aprovechan sus ventajas para superar los retos que se les presentan.

Posibilidad de diseñar piezas de geometría compleja. ¿Por qué someter los diseños a las restricciones de la fabricación tradicional?

Además, en la impresión 3D en metal, la complejidad sale gratis. A diferencia de la fabricación convencional, en la fabricación aditiva el coste no depende de la complejidad de la pieza. La fabricación aditiva consigue mejores resultados con formas curvas y naturales y geometrías intrincadas que las máquinas CNC sustractivas. En consecuencia, las piezas complejas son más baratas, fáciles y rápidas de producir con una impresora 3D de metal.

Las impresoras 3D en metal resultan idóneas para fabricar piezas complejas. Independientemente de la complejidad o del nivel de optimización de los procesos, imprimen cualquier cosa, desde estructuras de diseño generativo hasta canales de refrigeración personalizados. Para estas piezas, la resistencia del metal impreso en 3D da buenos resultados en aplicaciones exigentes.

Además, las impresoras 3D pueden fabricar piezas —con curvas, formas o cavidades complejas— en las que los procesos convencionales de fabricación sustractiva no pueden eliminar material.

Posibilidad de fabricar piezas sin herramientas. Muchas piezas fabricadas tradicionalmente requieren herramientas y accesorios a medida. Estas piezas, aunque son esenciales en el proceso de fabricación, consumen tiempo y recursos de fabricación sin generar ingresos. A la hora de fabricar tiradas cortas de piezas de producción, los costes de las herramientas pueden hacer que el coste de la fabricación sea prohibitivo.

Para trabajar con una impresora 3D en metal no se necesitan herramientas personalizadas ni preparaciones de accesorios, independientemente de las piezas que se impriman. Así se reducen los costes generales asociados con la fabricación y se producen pequeñas cantidades de piezas de manera más rápida y económica.

Posibilidad de producir piezas sin planos detallados ni CAM. Las piezas mecanizadas requieren planos, CAM o las dos cosas; las piezas metálicas impresas en 3D, no. El software de impresión 3D en metal genera y ejecuta automáticamente las trayectorias de herramienta necesarias para construir la pieza. En lugar de crear planos y programar CAM, todo lo que tienen que hacer los fabricantes es orientar la pieza y seleccionar los materiales y las configuraciones básicas de impresión.

Además de generar automáticamente trayectorias de herramienta, la mayoría de las impresoras 3D en metal requieren muy poca o ninguna supervisión al fabricar piezas. Los fabricantes pueden pasar del diseño a la pieza acabada con plazos de entrega más cortos y menos mano de obra.

¿Le interesa saber más sobre la fabricación aditiva en metal? Descargue nuestras guías gratuitas para obtener información más detallada sobre la impresión 3D en metal: